Como académicos, cada vez va siendo más necesario el registro de nuestra actividad científica en sistemas externos. La plataforma académica de Google, Google Académico, es un recurso que recoge información sobre nuestra gestión y la hace visible a toda la comunidad. A medida que va creciendo la presencia de esta plataforma, va siendo necesario que sepamos cómo se mide.
En su modalidad principal, Google Académico funciona como el buscador tradicional de Google, pero este se especializa en literatura académica. Si quieres saber en qué va el próximo libro de la saga Juego de Tronos o cómo será la calidad del aire en tu ciudad, Google te tendrá razón, pero si quieres saber los últimos hallazgos en el campo de una disciplina académica, Google Académico es la fuente a revisar.
Desarrollada en 2004, la plataforma tenía la intención de indexar el trabajo académico de los científicos de todo el mundo, con el propósito de facilitar la investigación y ampliar su acceso, de manera que se pueda trazar el camino para nuevos logros intelectuales.
Google Académico Vs. Scopus
Una forma fácil de entender esta plataforma es como una versión ligera de Scopus que permite buscar copias de artículos, en línea o de bibliotecas. Es, definitivamente, la manera más fácil de sintetizar y agrupar la información. Sin embargo, como nuestra única fuente de obtención de material, presenta algunos inconvenientes:
Calidad: Como Google intenta agrupar la mayor cantidad de información posible, en su base se incluye una amplia cantidad de revistas científicas, que no necesariamente están "curadas" o revisadas. Esto quiere decir que no hay criterios de selección de calidad y podríamos llegar a encontrar publicaciones no actualizadas o de carácter predatorio.
Cubrimiento: De momento, algunas áreas académicas no han sido cubiertas ampliamente por la base. Por ejemplo, en el área de Ciencias Sociales agrupa una cantidad contenido similar a la de bases premium, pero de momento, se podría estimar que en Google Académico encontrarás un porcentaje de documentos menor que el que encontrarías en Scopus.
Datos incorrectos: En algunos casos, especialmente cuando se trata de apellidos hispanos, Google tiene dificultad para distinguir entre primer nombre, segundo nombre, apellido y segundo apellido. Por ello, podría llegar a indexar de manera distinta a un mismo autor y asociar equivocadamente su producción. Para evitar esto, es necesario tener en cuenta el siguiente punto.
Mi perfil
Si ingresas a https://scholar.google.com con tu cuenta de Gmail, te encontrarás con el buscador tradicional, que te dirigirá a trabajos académicos, y en la parte superior izquierda, un menú de opciones, entre las que encontrarás "Mi perfil". Allí puedes actualizar tus datos, vincular tu producción académica y revisar tu índice h.
Vale la pena que dediques unos minutos a actualizar tu perfil y estar pendiente de él, pues tener presente la cantidad de veces que alguien cita tus documentos, podrá serte útil para determinar el impacto de tu publicación.
Para poder tener una lectura clara sobre tu producción, también conviene que "filtres" y elimines la producción que aparece asociada a tu perfil y que no sea de tu autoría. Esto no solamente ayuda a generar indicadores más certeros sobre tí, ayuda a todos los que estén buscando información científica en la red.
Ingresa y actualiza tu perfil:
https://scholar.google.com
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