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  • Duvan Peralta

Todo por encajar


En el trascurso del tiempo, muchos investigadores se han preguntado por la tendencia que tenemos los humanos a querer simpatizar con un grupo, sentir y cambiar nuestras decisiones por presión social o conformarnos con lo que dice la mayoría. Esto es lo que se denomina conformidad y de ella se pueden encontrar dos tipos:


Conformidad normativa: Es cuando terminamos cediendo ante la presión social de un grupo, a pesar de que queramos actuar de otra forma u hacer una elección diferente.


Conformidad informativa: Es cuando no estamos seguros de una respuesta y decidimos seguir al grupo pensando que sí eligieron eso, ha de ser por algo.




Cabe resaltar que una persona puede verse afectada por ambos conceptos al mismo tiempo, y según un reciente estudio esto no solo pasa con humanos.






¿Podemos sentirnos presionados por los robots?


La Universidad de Yale ha realizado una investigación en la cual se pregunta si los humanos podemos cambiar nuestras decisiones para ajustarnos a las elecciones de un grupo de robots. Para esto, los investigadores realizaron pruebas subjetivas que consistieron en un adulto jugando cartas con un grupo de robots. Luego, a esta persona se le hicieron preguntas orientadas hacia algo totalmente subjetivo, como relacionar la palabra "inmensidad" o "ironía" con una de las representaciones de las cartas.


El juego se realizó de cuatro formas: en la primera los participantes no sabían las respuestas de los robots, en la segunda se les daba información de qué respuesta fue seleccionada por al menos un robot, la siguiente forma fue decirle a la persona la cantidad de votos que tuvo una de las opciones, el último tipo de prueba consistió en que los robots unánimemente votaran por una carta, quedando el humano como una minoría. Al ver esto, los robots lo miraban, intentando ejercer la presión grupal, para que el individuo cambiará de decisión.


En los resultados de las pruebas se pudo evidenciar tanto una conformidad informativa como una normativa por parte de los participantes, en cuanto a preguntas subjetivas o ambiguas se refiere, ya que en algunos casos, dada la incertidumbre, racionalizaron que la respuesta de los robots era mejor de la que habían elegido previamente. Por otra parte se confirmó, que el grupo de robots efectivamente ejerció una presión social sobre los individuos cuando los miraban o cuando se daban cuenta de que eran una minoría.

Los investigadores de este estudio mencionan, que se deben hacer más pruebas para comprobar si la apariencia del robot puede afectar en el aumento de la conformidad informativa, y debe estudiarse como la pertenencia a un grupo y el antropomorfismo puede influir en la conformidad normativa.


Referencias:

Salomons, N., Sebo, SS, Qin, M. y Scassellati, B. (2021). Una minoría de uno contra una mayoría de robots: los robots causan conformidad normativa e informativa. Transacciones ACM sobre la interacción humano-robot (THRI) , 10 (2), 1-22.


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