Un proceso de investigación es largo y complejo. Desde que se formula el problema hasta que se publica el artículo, hay muchos momentos en los que la urgencia gana al rigor y se incurre accidentalmente en una de estas prácticas. Aunque en ocasiones, también son intencionales, si las identificas, será más fácil que las evites y que puedas denunciarlas.
1. Plagio:
Puede ocurrir de muchas formas, pero la más común es cuando nos apropiamos de las ideas de un tercero y las presentamos como propias. En el proceso de elaboración de textos, puede ser accidental que se omita el nombre del autor, pero en algunos casos en los que el engaño es intencional, puede tener serias consecuencias.
2. Auto-plagio:
Aunque en algunas ocasiones puede resultar inofensivo, reciclar tu propio trabajo para ahorrar tiempo puede ser considerado como una falta ética para muchas publicaciones. Si te estás basando en ideas de tu autoría, ya publicadas previamente, aún así debes citarlas.
3. Autoría errónea:
Prácticas como excluir a co-autores de una publicación, reclamar una autoría que no te pertenece y enviar por tu cuenta a una revista un trabajo que han hecho varias personas sin el consentimiento de todas, es algo que definitivamente deberías evitar.
4. "Maquillaje" de datos:
Incurrir en esta mala práctica consiste en manipular los datos obtenidos para generar resultados favorables. Esto se extiende también a secciones de "discusión" y "resultados", en los que se analizan los resultados de manera engañosa.
5. Enviar el mismo "paper" a varias revistas al tiempo:
Pocas cosas odian más los editores que un autor quien retira un documento ya evaluado y corregido para presentarlo a otra publicación. Para maximizar la oportunidad de ser publicados, llegamos a pensar que esta práctica nos beneficia; lo cierto es que estamos poniendo a varias revistas a gastar recursos en árbitros y correctores en un artículo que posiblemente sería retirado.
6. Ser soberbios con el revisor:
Es duro encontrarnos con correcciones, especialmente si estas son muy profundas. Sin embargo, para garantizar el éxito de nuestra publicación lo mejor que podemos hacer frente a una evaluación negativa es responder con humildad y considerar respetuosamente las observaciones que hace un evaluador. Si definitivamente no estamos de acuerdo con sus apreciaciones, lo mejor es justificar nuestra inconformidad con el editor.
7. Conflicto de interés:
En el proceso de llevar a cabo una investigación, los participantes deben identificar y declarar si se presenta algún conflicto de interés. Se debe garantizar la imparcialidad, para no afectar los hallazgos del estudio.
Hay tabla
Cualquier conducta que dañe la integridad del proceso de investigación es considerada una transgresión grave y puede llegar a ser penalizada por la Ley. Sin embargo, aunque no escale a ese nivel, el daño de estas malas prácticas en la reputación de un científico puede llegar a ser muy difícil de enmendar.
Por: David Ricciulli
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