¿Sabes qué es Patreon? Bueno, es una plataforma que facilita la conexión directa entre creadores de contenido y sus seguidores mediante el cofinanciamiento. Sin embargo, aunque Patreon ha facilitado ciertos tipos de interacciones en internet, plantea desafíos legales en países como Colombia, donde la regulación del dinero es muy estricta debido a los altos riesgos de lavado de activos y financiación ilícita.
En el país, se ha observado un creciente uso de plataformas de crowdfunding como Patreon por parte de pequeñas y medianas empresas (PYMES), las cuales han enfrentado dificultades para obtener financiamiento tradicional. Con este panorama, la profesora investigadora del Poli Tatiana Zabala, junto a varios egresados Jesús Yasmani Portilla, José Yeison Rodriguez y Deisy Lizeth García, se preguntó cuáles son las implicaciones legales para las PYMES y otros usuarios en Colombia al acceder a este tipo de plataformas.
Un poco de contexto:
El crowdfunding, que es como se le conoce a la recolección de fondos por internet, ha evolucionado gracias a diversas plataformas como Patreon, Memberful, PayPal y Stripe, que ofrecen soluciones de pago; Kickstarter, donde se pueden apoyar proyectos creativos bajo el modelo de “todo o nada”; y Ko-fi, que permite a los seguidores apoyar a los creadores mediante microdonaciones sin comisiones adicionales.
Los principales tipos de crowdfunding incluyen:
Donación: Los participantes realizan contribuciones sin esperar un retorno financiero. Es común en proyectos de innovación y cultura.
Recompensa: Los contribuyentes reciben un agradecimiento simbólico, como un producto o servicio, en reconocimiento a su apoyo.
Equity: Permite a los inversionistas adquirir participaciones en un proyecto, obteniendo así una parte del negocio.
Préstamo: Conocido como "peer-to-peer lending", donde los participantes actúan como prestamistas y obtienen un rendimiento a cambio de su contribución.
En otros países como Reino Unido y Estados Unidos, existe una regulación específica para este tipo de plataformas. En Colombia, aunque el Decreto 1357 de 2018 intenta regular el crowdfunding, ha resultado insuficiente. Este marco normativo, que inició con dicho decreto, regula la financiación colaborativa, especialmente para PYMES. Posteriormente, el Decreto 1235 de 2020 refinó estas normas para facilitar la participación y proteger a los inversionistas, elevando los estándares de transparencia y seguridad en el mercado.
Metodología
Con estos antecedentes, los investigadores del Poli decidieron analizar las diferencias y similitudes en las operaciones de Patreon, una plataforma de financiamiento internacional con términos amplios y generales para operar en diversas jurisdicciones. Además, se estudiaron los decretos 1357 de 2018 y 1235 de 2020, los cuales tienen un fuerte énfasis en la transparencia y protección de los inversionistas.
Para este análisis, el grupo de investigadores planteó un enfoque cualitativo, utilizando una revisión bibliográfica de diferentes repositorios académicos. El estudio sigue un enfoque histórico-hermenéutico para los datos. Aunque se trata de un estudio de caso, el análisis abarca las diferencias regulatorias entre Colombia y Estados Unidos, los vacíos normativos y las implicaciones legales en el país.
¿Qué se encontró?
El estudio del Politécnico Grancolombiano de Tatiana Zabala reveló que existen una serie de efectos legales al adaptar las políticas de Patreon a la normativa colombiana. Los Decretos 1357 de 2018 y 1235 de 2020 presentan vacíos en su regulación.
Debemos entender que Patreon opera desde el extranjero y se enfoca en las donaciones voluntarias, quedando fuera de las regulaciones nacionales, ya que los decretos colombianos no abarcan las plataformas de financiamiento simple como Patreon. Esto puede generar desafíos en la protección de los usuarios y el control sobre los aportes, dejando a la Superintendencia Financiera sin jurisdicción efectiva sobre estas actividades.
Los decretos colombianos imponen requisitos específicos para plataformas de crowdfunding que operan en el país, como la autorización y supervisión de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), con un enfoque en el equity crowdfunding. Por tanto, aunque Patreon presenta vacíos legales en Colombia, comparte la prioridad por la transparencia y la seguridad de los usuarios.
Conclusiones
La investigación revela que plataformas como Patreon no se ajustan del todo a la normativa de crowdfunding en Colombia, a pesar de que existen decretos clave que buscan regularlas. Estas brechas limitan la regulación efectiva por parte del Estado en cuanto al microfinanciamiento, lo que lleva a concluir que es necesario actualizar los marcos normativos y mejorar la infraestructura digital para aprovechar el potencial del crowdfunding sin comprometer el sistema financiero y legal del país.
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