A partir de las necesidades que se han visto en el mercado recientemente, muchas personas se han dado cuenta que comprar ropa solo por comprarla, no tiene sentido. Seguir con el fast fashion sabiendo que este tiene de trasfondo la explotación laboral, contaminación medioambiental y promueve un consumo desmedido de moda, que muchas veces es a costa de la calidad, no es lo que quieren muchos de los consumidores.
Origen
Es a través del movimiento slow que nace la moda lenta, según explica el artículo La tendencia Slow fashion y el comportamiento del consumidor: un enfoque exploratorio. El slow fashion se remonta al 2009, en plena crisis económica, teniendo como referencia el movimiento slow, el cual defiende un estilo de vida menos acelerada y las rutinas que no nos permite disfrutar los pequeños momentos de la vida.
Este movimiento en muchos países se ha convertido en una filosofía de vida y se ha adaptado a diferentes sectores como la salud, educación, trabajo, moda; entre ellos, se destaca la alimentación. El slow food le apuesta a proteger la tierra de la explotación intensiva con fines comerciales. (Navarro,2016).
Filosofía
“Es preferible hacer las cosas mejor y de forma más lenta que hacer mucho, rápido y con menores estándares de calidad” (Navarro, 2016)
Pilares del slow fashion
Acerca de la Investigación
¿Por qué se hizo?
Para conocer la influencia del slow fashion en el comportamiento de compra de la investigación.
¿Cómo se ejecutó?
Por medio de la entrevistas personales semiestructuradas y los grupos focales.
¿Dónde se hizo?
En la Comunidad de Madrid.
¿Cuándo se realizó?
15 de septiembre y 30 de octubre del 2015.
¿A quién?
A mujeres y hombres de 18 a 55 años que viven en la Comunidad de Madrid. Todos ellos consumidores de moda, con diferentes estilos de vida y niveles económicos.
Resultados
1. Los entrevistados manifiestan un interés general en la moda y la consideran como una forma de expresar el estado de ánimo y la personalidad.
2. El concepto slow fashion, no es muy conocido por la mayoría de entrevistados. Sin embargo, sí conocen y han oído hablar de la tendencia slow en ámbitos como la alimentación.
3. El término slow fashion lo asocian en primer lugar, con aspectos como “hacer bien las cosas”, productos de buena calidad, prendas trabajadas con esmero, ropa o complementos que no son masivos.
“Me sugiere algo hecho con mimo, con esmero, cuidando los detalles, de buena calidad. Prendas para disfrutar”
4. Los entrevistados van más allá y manifiestan que la filosofía slow fashion entienden que es tomarse la moda con calma, es decir, consumir menos, de forma más racional y buscando una durabilidad mayor de las prendas o complementos en el tiempo. Lo asocian con el placer y la satisfacción de poder tener prendas que disfruten usando, que les aporten una sensación de que han comprado algo realmente bueno, que no van a cansarse de utilizar y que no pasa de moda.
Referencia:
Navarro, G. M. (2016). La tendencia Slow fashion y el comportamiento del consumidor: un enfoque exploratorio. In Fashion on the move: rethinking design (pp. 211-218). Servicio de Publicaciones.
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