Desde confirmar la creencia que usar lenguaje soez alivia el dolor, hasta demostrar que las vacas cuyos dueños les han puesto nombre dan más leche. Así es el estilo de las investigaciones que anualmente son galardonadas por los Premios Ig Nóbel que se entregan en Harvard.

El pasado jueves 13 de septiembre se celebró la entrega número 28 de este evento, que Harvard y la AIR (Annals of Improbable Resarch) organizan para conmemorar lo inusual, honrar la creatividad y estimular el interés de la gente por la ciencia, por la creación con “logros que no pueden o no deben reproducirse”.

¿Qué es AIR?
Annals of Improbable Research es una revista bimestral dedicada a la sátira sobre la información científica con investigaciones reales sobre cualquier cosa: investigaciones buenas o malas, importantes o triviales, valiosas o inútiles compiladas por los productores de la ceremonia del Premio Ig Nóbel.
No son para nada una vergüenza para quien los gana, más bien son el logro que se otorga por su ingenio y originalidad demostrando que de lo cotidiano e impensable se pueden sacar estudios serios, rigurosos y argumentados.
"Los buenos logros también pueden ser extraños, divertidos e incluso absurdos; al igual que los malos logros. Mucha buena ciencia es atacada por su absurdidad. Mucha mala ciencia es venerada a pesar de ser absurda.” afirma AIR.

El único común denominador que caracteriza a los premios Ig son su tono humorístico reflejado en su lema “primero deben hacer reir a la gente y luego hacerlas pensar”. Por ello, se le extiende la invitación a todo el público, desde científicos locos hasta jóvenes mentes curiosas. Además ¡cada premio es presentado por un Premio Nóbel real!
En 2007 el premio Ig Nóbel de Paz se le otorgó al Laboratorio Wright por instigar investigación y desarrollo en un arma química llamada "bomba gay", que haría a los soldados enemigos irresistibles los unos para los otros
Aquí una lista de los ganadores más insólitos de la última década:
¿Has escuchado del grafeno? un material con propiedades increíbles y posiblemente el constructor del futuro. Fue desarrollado por Andre Geim, el ganador del Nóbel de Física en 2010 que con una rana levitando levantó el Ig Nobel de la misma categoría en el 2000.
Vídeo (Minuto 52)
2008
En Nutrición, por demostrar que la comida sabe mejor si es crujiente.
2011
En Literatura, por la teoría de la Procrastinación Estructurada, que establece que «para obtener logros elevados se debe trabajar siempre en algo importante, utilizándolo como medio para evitar hacer algo que sea incluso más importante»
En Paz, por demostrar que el problema del aparcamiento ilegal de los coches de lujo se puede resolver arrollándolos con un tanque.
2014

En Física, por demostrar que pisar una cáscara de banano aumenta la posibilidad de caerse. Según el estudio, pisar este elemento disminuye la fuerza de fricción entre el zapato y la cáscara lo que aumenta considerablemente el riesgo de caída.
En Psicología, “Quienes padecen insomnio o se acuestan tarde, son más narcisistas, manipuladores y psicópatas que quienes se acuestan temprano”. Estas son las conclusiones del estudio científico premiado.
2015

En Medicina, por llevar a cabo experimentos para estudiar los beneficios o consecuencias biométricas de los besos muy apasionados (y otros tipos de actividades íntimas interpersonales).
2017
En Obstetricia, por mostrar que un feto humano en desarrollo responde con más fuerza a la música que se toca electromecánicamente dentro de la vagina (con un dispositivo) de la madre que a la música que se reproduce electromecánicamente en el estómago de la madre.
2018

En Química, por medir hasta qué grado la saliva humana es un buen agente limpiador de superficies.
En Literatura, por documentar que la mayoría de las personas que usan productos complicados no leen el manual de instrucciones.

Y en Paz, por medir la frecuencia, motivación y efectos de gritar y maldecir mientras se maneja un automóvil.
Fuente:
J.M. Simón Fernández Equipo Editorial jufernandez@poligran.edu.co
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