"... las estaciones localizadas en el occidente presentan elevados niveles de concentración de material particulado (el contaminante más peligroso entre los que se miden)" escribió Eduardo Behrentz, columnista de EL TIEMPO y vicerrector de Desarrollo y Egresados de la Universidad de los Andes en septiembre del 2017.
Se anunció alerta amarilla en tres localidades de la capital: Bosa, Tunjuelito y Kennedy y solo 24 horas después, los indicadores de material particulado (PM) 2,5 se dispararon pasando de 55 microgramos por metro cúbico (límite máximo de la alerta amarilla) a 60, creciendo hasta llegar a 75, lo que obligó a la alerta naranja en el suroccidente de Bogotá.
En el último mes dos de las principales ciudades de país, Bogotá y Medellín, fueron puestas en alerta amarilla por la calidad del aire que ronda en la zona. Indicadores de material particulado (PM) llegaron a sobrepasar los 75 microgramos por metro cúbico (límite máximo de la alerta amarilla), llevando a las alcaldías a tomar medidas que para Eduardo Behrentz, no contribuyen de manera significativa para disminuir las cifras de polución.
Entre 2008 y 2010 un equipo de la universidad de Los Andes, donde participó Eduardo Behrentz, desarrollo el Plan Decenal de Descontaminación del Aire para la prevención del problema que se desencadenó el último mes. "El plan tiene tres puntos: un control a las fuentes diésel poniendo filtros a transporte de carga y de pasajeros. El control a las industrias y resolver el uso de la motocicleta, que también contamina."
Entrevista de Eduardo para Caracol Radio, viernes 15 de febrero.
Ambientalistas y ciudadanos se manifestaron en las redes sociales y reclamaron las medidas de prevención. Opiniones como la de Néstor Rojas, profesor e investigador en Calidad del Aire en la Universidad Nacional , resonaron en Twitter el fin de semana donde dice que si bien la decisión de las alertas está bien sustentada, en el Distrito se demoraron en tomar las medias.
El estudio
La exposición a la contaminación del aire exterior es un factor de riesgo bien establecido para una serie de condiciones de salud adversas. Ningún estudio anterior ha demostrado hasta qué punto los niños con discapacidad intelectual (IQ) pueden estar expuestos a la contaminación del aire exterior.
Bajo el analisis secundario de los datos extraídos del Estudio de Cohorte del Milenio del Reino Unido, un estudio de alcance nacional con una muestra representativa de más de 18.000 niños británicos nacidos entre 2000 y 200; promediando a través de las edades, los niños con identificaciones fueron 33% más propensos a vivir en áreas con altos niveles de material particulado diesel, 30% más propensos a vivir en áreas con altos niveles de dióxido de nitrógeno, 30% más propensos a vivir en áreas con altos niveles de monóxido de carbono y 17% más propensos a vivir en áreas con altos niveles de dióxido de azufre.
Concluyendo así que los niveles de exposición a la contaminación del aire exterior entre los niños con identificación son más altos que los de las familias de niños sin identificación. La exposición a la contaminación del aire exterior puede ser una de las vías que contribuyen a las desigualdades en materia de salud que experimentan las personas con documentos de identidad.
FUENTES
Twitter: https://twitter.com/nyrojasr/media
Apoyo articulo https://www.sciencedaily.com/releases/2019/02/190204140614.htm
Segunda opinion https://cleantechnica.com/2017/08/11/investigating-air-pollution-crisis/
Por: J.M. Simón Fernández
Equipo Editorial
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