Hay tantas dudas sobre lo que es realmente el amor y cómo funciona, que varios investigadores se han dado a la tarea de buscar más a profundidad acerca de cómo nos afecta enamoramos profundamente,
Ilustración realizada por Duvan Peralta
Para nadie es un secreto que hay varios tipos de amor, como el romántico, el desinteresado, el amistoso y el erótico. Hay tantas formas de expresar este sentimiento, que cabe recalcar que estaremos hablando del amor romántico humano, también conocido como el amor apasionado.
En búsqueda de la media naranja
Según el estudio publicado en The Royal Society, “Amor romántico: un sistema cerebral de mamíferos para la elección de pareja”, se encuentra la posibilidad de ver el amor romántico, como un sistema de motivación que fue evolucionando en nuestros cerebros con el objetivo de encontrar una pareja con la cual podamos mantener una relación íntima y saciar el impulso de apareamiento fundamental de la especie. Como los investigadores lo han confirmado, el amor romántico intenso es universal e intercultural, haciendo que actuemos de tal forma que nuestros comportamientos estén dirigidos en hallar a nuestra media mitad.
A través de diferentes pruebas los investigadores evidenciaron que en el amor romántico se activan diferentes regiones del cerebro, en la zona de las células de la dopamina, un área del sistema central de recompensas que es asociada al placer, excitación general y la motivación para perseguir y adquirir recompensas.
Inseparables
“Los datos anteriores sugieren que la atracción por el cortejo de los mamíferos y el amor romántico humano están asociados con vías de recompensa dopaminérgicas en el cerebro. Estos datos también apoyan la hipótesis de que el amor romántico es distinto del impulso sexual” ( Aron y Aron 1991 ; Fisher 1998 ).
En el artículo se afirma que los amantes son dependientes emocionalmente, un ejemplo de esto se puede ver en cómo cambian sus prioridades y enfocan su atención en esa persona especial, además se plantea la hipótesis de que la noradrenalina que puede funcionar como hormona o neurotransmisor, hace parte del proceso de la atracción por cortejo, debido a que está relacionada con reacciones del sistema nervioso central que nos provoca el aumento en los latidos del corazón, sudoración y temblores.
Algunas de las características del amor romántico son: aumento de energía, atención centrada, muestras de cariño, posesiva vigilancia, el engrandecimiento de los rasgos del amado perdiendo de vista sus defectos, y los cambios de hábitos para mantenerse en contacto o impresionar a su amante.
¿Adicto al amor?
Con respecto al amor romántico intenso se ha relacionado varios comportamientos con la adicción, como mantener la atención focalizada en esa persona, la excitación general, y las reacciones negativas al terminar la relación o no ser correspondido como la depresión, perdida del apetito, y comportamientos u acciones que normalmente no tenemos en nuestra vida cotidiana, es por esto, que se considera que el amor romántico tiene un impacto más fuerte que el impulso sexual.
A pesar de que ha habido grandes avances en lo que respecta a cómo funciona el amor romántico, aún falta resolver y confirmar muchas teorías acerca del funcionamiento de este, sin embargo, los investigadores señalan que es muy probable que las correlaciones neuronales en las primeras fases del enamoramiento sean similares entre las personas, culturas e incluso las especies, ya que este es un mecanismo que evolucionó para dirigir un aspecto esencial en la vida de los mamíferos, la elección de pareja.
“¿Locura de amor? Es solo un pleonasmo. El amor es ya una locura” Heinrich Heine.
Referencias
Fisher, HE, Aron, A. y Brown, LL (2006). Amor romántico: un sistema cerebral de mamíferos para la elección de pareja. Transacciones filosóficas de la Royal Society de Londres. Serie B, Ciencias biológicas , 361 (1476), 2173–2186. https://doi.org/10.1098/rstb.2006.1938
Boccardi, F. (2012). ¿ Cómo funciona el amor? Fundamentos y alcances de la teoría del amor evolutivo de CS Peirce. Rastros Rostros, 14(28), 99-106.