Luego de la publicación por Rauscher, Shaw y Ky (1993) que popularizó el efecto Mozart, dieciséis años después investigadores de Viena, Austria, llevaron a cabo el meta-análisis más amplio, completo y actualizado hasta la fecha (casi 40 estudios, más de 3000 sujetos), para finalmente aclarar el registro científico sobre si existe o no un efecto específico de Mozart.
Se conoce como el efecto Mozart a la mejora transitoria del rendimiento en tareas espaciales en pruebas estandarizadas después de la exposición al primer movimiento "allegro con spirito" de la sonata de Mozart para dos pianos en Re mayor (diferencias medias de 8-9 puntos de CI en el subtest de razonamiento espacial de la Escala de Inteligencia de Stanford-Binet). Resultados difíciles de replicar, lo que implicó un gran interés en la comunidad científica, así como en los medios de comunicación populares.
La consecuencia de esta moda fue el desarrollo de una industria comercial, vendiendo docenas de diferentes discos, cintas y CDs de música de Mozart, todos los cuales se suponía que tenían un impacto positivo en la inteligencia de los niños.
Tanto así que el gobernador de Georgia, Zell Miller, publicó en 1998 que cada madre de un recién nacido debía recibir un disco compacto gratis con música de Mozart para fomentar la inteligencia de su descendencia.
Como había evidencia de que los estudios cuyos resultados no apoyaban las hipótesis de la investigación tenían menos probabilidades de ser publicados, el estudio Mozart effect–Shmozart effect: A meta-analysis se planteo bajo la hipótesis de la influencia del sesgo de publicación sobre el efecto general, a continuación un resumen de las conclusiones:
Hay poco apoyo para un efecto específico de Mozart tanto en trabajos publicados como inéditos.
El hallazgo puede explicarse por la activación potencial de la música de forma diferente: Dado que la excitación general afecta la activación cortical y, por lo tanto, el rendimiento en las tareas espaciales, los sujetos expuestos a música más excitante tienen más probabilidades de obtener una puntuación más alta en las tareas espaciales .
Los estudios que muestran efectos fuertes en las direcciones esperadas tienden a publicarse con más frecuencia, más rápido y de manera más prominente.
El tamaño del efecto fue más de tres veces mayor para los estudios publicados realizados por laboratorios con afiliaciones Rauscher o Rideout que para los estudios publicados realizados por otros laboratorios.
Hay poco apoyo para un efecto Mozart considerando la evidencia empírica acumulativa. El gran efecto demostrado en la publicación inicial se desvaneció a medida que se realizaron más investigaciones sobre este tema.
Parece haber una gran diferencia de efectos entre los diferentes laboratorios que realizan los estudios, lo que explica la percepción distorsionada del tamaño real del efecto.
Los efectos observados de la exposición a la sonata de Mozart, así como cualquier otro tipo de música en comparación con la exposición a ningún estímulo, pueden ser explicados suficientemente por mecanismos conocidos de excitación general.
Fuente:
Pietschnig, J., Voracek, M., & Formann, A. K. (2010). Mozart effect–Shmozart effect: A meta-analysis. Intelligence, 38(3), 314–323. https://doi.org/10.1016/j.intell.2010.03.001
J.M. Simón Fernández
Equipo Editorial
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