COMPARACIÓN DE APRENDIZAJES LOGRADOS EN ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN SUPERIOR PRESENCIAL, VIRTUAL Y DISTANCIA TRADICIONAL
Por: Nicolás Arias-Velandia
Líder Observatorio de Educación Virtual, Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano. Magister en Educación, Universidad Pedagógica Nacional; Psicólogo, Universidad Nacional de Colombia.
En este texto hacemos compilación de diferentes hallazgos de investigaciones sobre logros o aprendizajes de estudiantes que evidencian la educación superior presencial, a distancia tradicional ya distancia virtual en Colombia. A continuación los reseñamos.
En una mirada general, se encuentra un patrón de desempeños en escalera, en el cual los estudiantes de educación presencial tienen resultados más altos, seguidos de los de educación virtual, y estos, de los de educación a distancia tradicional (figura 1).
Figura 1. Puntajes promedio en Pruebas Genéricas presentadas por los estudiantes de diferentes metodologías en ICFES-Saber Pro entre los años 2012 y 2014. Fuente: Arias-Velandia, Rincón-Báez y Cruz.
Sin embargo, cuando se limitan los resultados a instituciones que tienen un mismo conjunto de programas en metodología presencial y en una de las metodologías a distancia (tradicional o virtual), no se encuentran diferencias entre estudiantes de presencial y de virtual, pero los desempeños en estas dos modalidades siguen siendo más altos que los de estudiantes de distancia tradicional (Figura 2).
Figura 2. Puntajes promedio en Pruebas Genéricas presentadas por los estudiantes de diferentes metodologías en ICFES-Saber Pro entre los años 2012 y 2014 en el Grupo de referencia Econom[ia, Administración, Contaduría y afines. Fuente: Arias-Velandia, Rincón-Báez y Cruz
En complemento a lo anterior, los estudiantes de metodología presencial se concentran en zonas centrales de Colombia, mientras que los de virtual y distancia tradicional tienen más estudiantes y más estudiantes con puntajes altos en Departamentos de Colombia que están hacia las zonas más apartadas como la selva amazónica o la costa atlántica.
Por otra parte, las diferencias de logro en los estudiantes pueden deberse al tipo de población al que pertenecen y no al hecho de estudiar en metodología presencial o distancia tradicional: mientras que los estudiantes de metodología presencial tienen unas características de jóvenes típicos de 17 a 21 años, buena parte de estudiantes de virtual y distancia tradicional cuenta con mayor presencia de poblaciones hasta ahora más atípica den la educación superior, de personas que trabajan, ubicadas fuera de los grandes núcleos urbanos y económicos de Colombia y que tienen familias a cargo.
Lo interesante de la evidencia que se acaba de mostrar, es que los estudiantes en metodología virtual y distancia tradicional comparten muchas características, pero los de virtual suelen obtener mayores puntajes que sus pares en distancia tradicional. Esto es curioso, ya que varias investigaciones en el ámbito internacional dan buenos resultados para modalidades mixtas, bimodales o blended, que combinan los ambientes de aprendizaje tanto presenciales como virtuales. Una posible explicación de este fenómeno es el planteamiento de la mediación educativa, que sostienen que el éxito de los ambientes de aprendizaje está fuertemente relacionado con la articulación particular y la dinámica que en cada espacio de aprendizaje se crea entre actores, prácticas y recursos utilizados en dichos ambientes. Esto explicaría por qué no son iguales los ambientes de aprendizaje en virtual y en distancia tradicional en Colombia, y por qué los ambientes de aprendizaje en distancia tradicional no serían como los ambientes de aprendizaje de los modelos mixtos de blended learning.
Los anteriores hallazgos, más allá de sus particularidades, muestran claramente avances en los propósitos de inclusión de formas de educación a distancia, virtual o tradicional: están cumpliendo el cometido planteado por la UNESCO de dar educación con un buen nivel de calidad a poblaciones que tradicionalmente no habían tenido acceso a la educación superior, principalmente por temas de acceso por desplazamiento y grandes distancias. Cabe destacar en este caso el asunto de los estudiantes de metodología virtual, que aprecian en no tener que desplazarse de sus lugares de origen para estudiar, lo cual parece tener su contraparte en el retorno social de comenzar a tener personas con más alto nivel educativo en regiones donde habitualmente no era fácil encontrar personas con estos niveles de preparación.
En general, se encuentra que los mejores desempeños pueden estar más concentrados en ciertos tipos de estudiantes. Así mismo, que los bajos desempeños pueden estar concentrados en estudiantes con otras características. Esto es cierto, por ejemplo, para el caso de estudiantes a distancia tradicional, que al ser mujeres tienen menores puntajes a los de los hombres (y que tal vez los tengan desde la educación básica), pero cuyos puntajes disminuyen también porque, frecuentemente son madres solteras con personas económicamente a cargo, para quienes las ocupaciones les pueden hacer sacrificar tiempo de estudio y que pueden estar también ubicadas en un nivel socioeconómico bajo (figuras 3 y 4 y tabla 1). Es por este motivo que la política pública destinada a apoyar este tipo de formación debe dirigirse a poblaciones con características detalladas, especialmente en caso como el mencionado, que parece concentrar las posibilidades de menores desempeños, y en algunos casos, los posibles casos de fracaso académico o deserción.
Figura 3.Cambio en puntuaciones según género en estudiantes colombianos en la evaluación PISA-OCDE en las tres áreas de 2006 a 2015. Fuente: Colombia, ICFES (2016)
Tabla 1. Diferencias de puntajes en las pruebas Lectura Crítica, Razonamiento Cuantitativo y Comunicación Escrita de la Evaluación ICFES-Saber Pro en 2012, 2014 y 2014.
Fuente: Arias-Velandia, Rincón-Báez y Cruz (en elaboración)
Figura 4. Porcentaje de estudiantes varones y estudiantes mujeres que son cabeza de familia. Fuente: Arias-Velandia, Rincón-Báez y Cruz (en elaboración).
Otro caso de la concentración de altos o bajos desempeños está en el caso de las pruebas de Inglés en la evaluación ICFES-Saber Pro. Las evidencias de las cuales disponemos sobre los promedios de puntajes de la competencia evaluada por dicha prueba muestran, consistentemente, variar en función del nivel educativo de padres de los estudiantes, de su nivel socioeconómico y de la educación recibida (con claras diferencias entre instituciones y a veces entre metodologías de enseñanza), de manera más pronunciada que los promedios de puntajes en pruebas que evalúan otras competencias en ICFES-Saber Pro. Este caso merece caracterizarse con mayor detalle y fortalecer sus políticas de formación.
En prospectiva, hay evidencia que hace pensar que los efectos de la formación sobre los resultados de los estudiantes en evaluaciones como ICFES-Saber Pro se deban más a la calidad de los proyectos educativos en las instituciones y en los programas que a cursar los estudios en una u otra metodología. Este aspecto debe seguirse estudiando con mayor detalle. En este punto, también puede ser de utilidad el planteamiento de la mediación educativa, que permitiría diferenciar el aporte del estudiante y su acervo, aporte del profesor o de la instrucción recibida, de la dinámica profesor-estudiante-compañeros, de la articulación curricular en los programas y de apoyos del programa y de la institución educativa, en articulación con pruebas de nuevas tendencias que parecen favorecer el aprendizaje de los estudiantes en educación superior, como el trabajo colaborativo, el aprendizaje usando dispositivos móviles (mobile learning o m-learning) y aprender el uso de herramientas tecnológicas en el trabajo con propósitos académicos.
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