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Redacción Paradigma

¿Cómo afecta la investigación a nuestra salud mental?




Actualmente hay una saturación de divulgaciones científicas; según Lozano (2019) cada año se producen 3 millones de publicaciones científicas. Este panorama se presta para que los investigadores compitan entre sí, en medio de una carrera desenfrenada que puede afectar profundamente su salud mental.


Además del estrés que conlleva la obligación de sobresalir en este competitivo entorno, el mundo está pasando por una pandemia producto del Covid-19 y para mitigar el contagio del virus en Colombia se han tomado medidas como el distanciamiento físico lo cual ha generado que las personas se preocupen por su salud mental. De acuerdo a un informe de Profamilia (2020), el 56% de los colombianos está preocupado por presentar depresión y ansiedad.


Por lo mencionado anteriormente, es importante conocer las consecuencias en la salud mental de las personas que investigan. Teniendo en cuenta que la salud mental es “el estado de bienestar que permite a los individuos desarrollar sus habilidades, afrontar el estrés normal de la vida, trabajar de manera productiva y fructífera, y hacer una contribución significativa a sus comunidades” (Torres, 2018, p. 182) y que investigar, según Lozada (2014), genera conocimientos que aumentan la calidad de vida de las personas y el desarrollo de las sociedades. Por eso mismo, una relación sana entre salud mental e investigación, permitirá garantizar beneficios para la sociedad.

Sin embargo, el tema de salud mental no tiene la relevancia que se requiere en la comunidad científica, pues en un estudio de la Royal Society (2017), solo el 6,7% de los investigadores que tienen algún problema en su salud mental lo comunicaba a las instituciones, un porcentaje bajo si lo comparamos con el porcentaje de los investigadores doctorales que presentan síntomas de depresión y problemas debido a los altos niveles de estrés el cual es 40% en ese mismo estudio se encontró que las principales causas que afectan son: Largas jornadas de trabajo incluso los días festivos que llegan a afectar la vida personal de los investigadores, altos niveles de estrés, contratos laborales indefinidos, presión por entregar el trabajo.


Referencias:


Profamilia (2020, 11 mayo). Informe 3. Ansiedad, depresión y miedo: impulsores de la mala salud mental durante el distanciamiento físico en Colombia. Estudio SOLIDARIDAD Profamilia. https://profamilia.org.co/wp-content/uploads/2020/05/Informe-3-Ansiedad-depresion-y-miedo-impulsores-mala-salud-mental-durante-pandemia-Estudio-Solidaridad-Profamilia.pdf

Guthrie, S., Lichten, C., Belle, J., Ball, S., Knack, A., & Hofman J. (2017, junio). Understanding mental health in the research environment. Royal Society. https://royalsociety.org/~/media/news/2017/understanding-mental-health-in-the-research-environment.PDF


Lozada, J. (2014). Investigación aplicada definición, propiedad intelectual e industria. CienciAmérica: Revista de divulgación científica de la Universidad Tecnológica Indoamérica, 3(1), 47-50. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6163749

Lozano, V. (2019, 7 octubre). El coste mental de la carrera investigadora. El salto diario. https://www.elsaltodiario.com/paradoja-jevons-ciencia-poder/el-coste-mental-de-la-carrera-investigadora


Torres, Y. (2018). Costos asociados con la salud mental. Ciencia Salud, 16(2), 182-187. http://www.scielo.org.co/pdf/recis/v16n2/1692-7273-recis-16-02-182.pdf


Photo by Anh Nguyen on Unsplash

Por: Dagny Sofía Santacruz García

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